martes, 25 de noviembre de 2008

Análisis de ADN

En 1986, se usó por primera vez el ADN para solucionar un crimen; la muerte de dos chicas en Leicestershire, Inglaterra. El proceso ha sido refinado desde entonces. Ahora los analistas pueden identificar el color del cabello de un sospechoso a partir del ADN y los expertos predicen que pronto será detectable también el color de la piel y las características faciales.

Muestras de ADN encontradas en la escena de un crimen son a menudo muy pequeñas para ser analizables. Los equipos de Reacción en Cadena de Polimerasa (PCR, según sus siglas en inglés) utilizan la manera natural en la que el ADN se copia a sí mismo y lo amplifican, proporcionándole a los criminalistas hebras replicadas de ADN que son utilizables. Este gran avance en la tecnología genética también ha ayudado a resolver casos que habían permanecido sin resolver por años. Ahora los llamados “casos fríos” están siendo abiertos de manera rutinaria e investigados con técnicas forenses modernas; algunos de estos datan de los años 50 y más allá.

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